El reto de las actividades online: “Los niños son de correr, saltar y abrazarse”
Involucrada 100 por ciento con sus lobatos, la actual guiadora chilena decidió reunir a otros adultos motivados por mejorar las actividades online en “Manadas Unidas” y el Instagram “Una guiadora scout”.
Hace unas semanas conocimos a Francisca Vallejos Polidori, conocida como “Frankela” entre sus amigos del Movimiento o “Una guiadora scout”, como se hace llamar desde el año pasado en Instagram. En esta red social ya está rozando los mil seguidores y su objetivo fundamental es entregar nuevas herramientas, juegos y opciones a los adultos para que encanten a los más pequeños a través del computador.
Sin embargo, su mayor logro no ha sido juntar personas en las redes sociales, sino crear y coordinar una red de amigos, educadores, dirigentes y guiadoras enamorados de las actividades y los objetivos educativos.
Esta red que se mueve “secretamente” por Zoom, WhatsApp y Google Drive se denomina “Manadas Unidas” y suma casi 200 personas con el propósito de aportar y mejorar el trabajo que desde marzo del año pasado los ha puesto frente al computador y seguir el Movimiento de manera virtual.
Para lograr la mejor actividad, asegura Frankela, lo fundamental es conocer a los niños, saber de qué realidad social vienen y qué pasatiempos disfrutan en sus casas. Estas son pistas que atraerán a los participantes e incluso a sus familias.
¿QUIÉN ES FRANKELA?
Recién tiene 23 años, pero los ha vivido intensamente. Combina sus actividades online junto a los lobatos de la Manada Pucará con sus estudios de derecho en la Universidad Central.
Debido a su “fanatismo” por scout decidió crear “Una guiadora scout”, ya que algunos de sus amigos y conocidos aún no entienden su pasión por los juegos y valores que enseña en el grupo Liahona de la comuna de la Cisterna, en la capital chilena.
Muy niña partió como lobezna en el grupo Águilas Negras de San Agustín en la región de O’Higgins. Allí disfrutó, lo pasó bien hasta que llegó a las unidades mayores. Con poco más de 15 años, debido a conflictos del grupo, decidió dejar el escultismo y regresar cuando pudiera enseñar en su unidad favorita: La Manada.
“Creo que en esa época tenía amigos muy maduros. A esa edad aún prefería divertirme y hacer juegos con claves”, contó en Instagram Live de @patioscout, junto a Daniela Córdova y Valentina Vargas.
Antes de instalarse en el Liahona fundó con su amiga Linda Muñoz el grupo “Antukuyén”, en el sector de Placilla, cerca de la ciudad de San Fernando. Allí se involucró con los niños y logró llevar a sus lobatos a vivir la experiencia de un Campamento Escolar. “Insistí en la municipalidad. Quería profundamente que acamparan en Picarquín junto a otros niños (…) La última vez que había estado allí fue para el Jamboree Nacional de 2013. Es un sitio maravilloso. Lo pasamos muy bien”, recuerda.
En ese mismo campamento escolar para niños en situación de vulnerabilidad conoció al “Bagheera” Luis Arce. Justamente en marzo de 2018 comenzaría sus estudios y nuevamente cambiaría su domicilio. Allí, sin pensarlo mucho, empezó a participar en la manada “Pucará” del Liahona.
Alcanzó a compartir presencialmente con sus lobatos poco menos de 2 años y llegó la pandemia. Se confinaron y creó “Una guiadora scout” para ayudar a otros adultos motivados por crear cosas nuevas para los menores de 11 años, sobre todo en base al “Libro de las Tierras Vírgenes”, usando herramientas online y los videojuegos, que son su entretención fuera de los scouts.
“Es todo un reto estar online porque los niños sin duda son de correr, saltar, abrazarse e intercambiar”, contó el viernes pasado en Instagram Live. Allí invitó a todos los que quieran aportar con ideas o a sumarse al grupo de Whatsapp: “Todo el tiempo se nos ocurren juegos y actividades”.
CONVERSATORIO
El pasado 3 de junio, a petición del centenar de integrantes del grupo de Whatsapp, organizó una jornada de más de dos horas donde compartió sus mejores datos e ideas para lograr una actividad educativa de calidad.
En la ocasión participaron más de 20 personas de todo el continente, especialmente Chile y Costa Rica, quienes aprovecharon su exposición para jugar como niños y “probar” Gartic Phone, un juego en línea similar al “teléfono”. Los participantes escribieron mensajes, dibujaron y luego resolvieron si el primer texto era similar con el último.
Espera volver a realizar este tipo de conversatorios para todos los dirigentes y guiadoras que quieran mejorar su trabajo online en tiempos de pandemia. “¡No nos podemos rendir! Los niños no deben ver esto como una clase más sino un sitio donde lo pasan bien”.
Por Mauricio Bascuñán A.